Breve reseña del CNI-Promoción 1970
RECUERDOS DE SU PROMOCIÓN 1970- CNI
Felipe Gerardo Huamán Gutiérrez
En fechas próximas a cumplir 54 aniversario de creación institucional de la IEP “Imperial” CNI, escribo el presente para recordar los gratos momentos de aprendizaje y convivencia escolar en sus aulas, mis maestros, mis compañeros de aula, nuestras anécdotas; alentar a los nuevas promociones a seguir trabajando y apoyar nuestra sociedad tan debilitada demostrando lo mucho que hemos aprendido y en clara demostración de agradecimiento y afecto; con mucha satisfacción y orgullo a nuestro CNI; alentar a mis colegas maestros que actualmente laboran en el CNI, sabemos que el trabajo es duro, difícil, hasta incomprendido, donde la satisfacción que existe es haber cumplido una gran tarea y de haber sembrado en nuestros estudiantes una semilla que pronto germinará y dará sus frutos.
Antiguamente en San Vicente sólo existía el Colegio Sepúlveda que era mixto, igual en Imperial que era “Nuestra Sra. Del Carmen” que también era mixto. Me referiré a Imperial, “El Carmen” como se conocía en aquellos tiempos y, al parecer se creó en 1963, no me acuerdo, pero en ese entonces era mixto; en el año 1965 se crea el AA.HH. Ramos Larrea y dejan lotes para los colegios “Nuestra Señora del Carmen” y la IEP N° 4516 (ahora 21001 o “Zoilo Candela” en memoria al que fue su Director, particularmente me hubiera gustado que lleve el nombre de Rogelio Polo, su primer director cuando sus aulas estaban en la primera cuadra de la Av. 28 de julio allá por los años 1960 y era una casa. El Colegio Nacional Mixto “Nuestra Sra. Del Carmen” donde estudiábamos hombres y mujeres, funcionaba en la parte posterior de lo que ahora es la municipalidad de Imperial y su patio de recreo era lo que es la Posta Médica de Imperial y la parte posterior de la Iglesia y parroquia de Imperial, con frente al Jirón Sucre.
En el año 1966, las autoridades deciden separar a los estudiantes, fue ahí que las mujeres pasaron a su actual local en el AA. HH. Ramos Larrea de Imperial llevándose el nombre de Colegio "Nuestra Señora del Carmen", lo mismo hicieron los alumnos de primaria del Colegio N° 4516 (21001), fue entonces que sólo quedamos los varones en nuestro antiguo local tomando el nombre de Colegio Nacional de Imperial, el CNI.
El Sr. Oscar Ramos de la hacienda Hualcará de entonces, dona al CNI la actual superficie en la Urb. Santa Rosa. Es ahí que las autoridades educativas ante la demanda educativa y el crecimiento de la población estudiantil, proceden a cambiar de local, considerando también que luego del terremoto de 1970 hubieron algunas invasiones, y que antes que esto suceda, en el año 1974 el CNI se traslada a su actual instalación, en aulas de esteras donde los estudiantes de ese tiempo tuvieron que lidiar con el frio del invierno, el calor y polvo del verano, pero eso era asunto secundario, lo importante para nosotros era estudiar y ser futuros hombres de bien.
Escribo el presente para que nuestros estudiantes sepan valorar y reconocer a sus maestros y el respeto que se merece la historia de nuestro Plantel. Soy ex alumno de la promoción 1970 “Javier Heraud” en esos tiempos habían en todos los grados tres aulas, que con el correr el tiempo hubo hasta 34 aulas, actualmente no sé cuántas secciones habrán. Como estudiante y ahora como adulto quiero reflexionar con los lectores, mi paso por el CNI; en primera instancia recordar a mis profesores: Dextre, Marcelino Quispe, Agustín Ramos, Julio Vera, Consiglieri, “Chevo” Sánchez, Eusebio Cervantes, Tipiana, Caycho de Arte, la Sra. Irma Godofroy de Farfan, secretaria del colegio que aún conservo su firma en mi antiguo certificado de estudios, el Sr. Jaime Fernandez Personal de Servicio y guardián, también en ese entonces Tino Sandoval (QEPD) nuestro Auxiliar de Educación, luego Director de la IEP “Eladio Hurtado” 20147; el Apurimeño Prof. Luis Aranguena Ruiz nuestro Director mezcla de escritor, poeta y bohemio que conjugaban en un arte especial para dirigir la escuela y sus encuentros con el profesor, poeta, escritor y antropólogo José María Arguedas Altamirano, el mismo que lo veíamos caminando con el Director por el patio, otras veces sólo escuchaba el sonido de la guitarra que se filtraba a través de la ventana, dicen algunos que ellos otras veces salían a la acequia María Angola a charlar, fumar e inspirarse, eran otros tiempos, donde la paz y la tranquilidad te permitía aprovechar cualquier espacio y escenario para estudiar, escribir tus inspiraciones, tu creatividad, escribir algo al aire libre en el campo y escuchar el sonido del trinar de las aves, sin peligro alguno.
Hablar del Prof. Dextre y el Prof. Marcelino Quispe, es extraordinario, dividían la pizarra y con sus tizas de colores, conforme iba narrando la Historia ya sea del Perú o Universal, los iba dibujando en la pizarra al mismo tiempo pintando, dibujaba el mapa también los soldados o guerreros incas u otro según la historia, uno vivía entusiasmado contento y daba gusto ir al Colegio, era una narración tal como ver una película, en vivo.
Hablar del Prof. Agustín Ramos, era también fascinante, extraordinario, los números no eran números, los teoremas y postulados no eran teorías, eran como juguetes que nos encantaba tenerlos para jugar en horas de clase, era tal su didáctica y pedagogía que con sólo escuchar sus clases ya estábamos preparados para el examen, no había necesidad de estudiar, porque no había problemas; con él fuimos campeones de Matemática en dos oportunidades, el CNI campeón en el Aniversario de Santa Rita, cuando en San Vicente e Imperial sólo habían cinco colegios: “Sepúlveda”, “Santa Rita”, “El Carmen”, el CNI y el Agropecuario que pertenecía a Quilmaná.
Ni qué se diga del Prof. Eusebio Cervantes Zapata, otro extraordinario maestro en el verbo, en la composición, en la oratoria, la declamación, el teatro, en el dominio de la comunicación y el lenguaje, del sujeto, el predicado, los adjetivos, los sustantivos, los tiempos, la pausa, el tono, etc. pero qué genialidad para hacer uso de la pizarra y las tizas; aún me acuerdo que como inicio o motivación algunas veces antes de iniciar la clase nos traía al aula un huaynito alentador de las costumbres y tradiciones de nuestra sierra y nos cantaba, ¡qué hermoso iniciar así una sesión de aprendizaje! Considérese que éramos estudiantes de 3° o 4° secundaria.
Los ex alumnos nos acordamos de los maestros que nos dejaron huellas, que nos hicieron sentir lo importante que somos cuando éramos estudiantes, que nos dieron afecto, comprensión y cuando era necesario el rigor y la exigencia, la acción drástica ante una falta, ellos eran nuestros psicólogos y terapeutas o sino…… ahí estaban nuestros padres que reforzaban la disciplina con su significativo “San Martín”; mención especial a nuestro Maestro de Educación Física el Prof. Eusebio Sánchez, el popular “chevito”, cuando teníamos Ed. Física nos trasladábamos desde el colegio, Plaza de Armas de Imperial hasta el estadio Oscar Ramos Cabieses, eran dos horas de 60 min cada uno, el Prof. todos los días se daba seis recorridos, eran tres secciones al día, ida y vuelta, nos llevaba y nos traía al colegio; recuerdo mucho que para seleccionar a los representantes en los Juegos Deportivos Escolares se debía seleccionar en competencia interna, pero como el Profesor sabía quién rendía en cada disciplina de atletismo, futbol, ya tenía sus representantes, pero algo ocurrió, sospecho que le exigieron que debía realizar la eliminatoria interna y no designar a dedo, tal es así que el Profesor “Chevo” invita a todos los seleccionados al estadio, y resulta que me hizo correr para 100 metros planos con ñañito Vicente, que era un extraordinario atleta de mi promoción, naturalmente me ganó, luego gané en los 400 (800) y 800 (1500) metros planos pero fue con otros estudiantes, anecdóticos verdad!. No era tanto de practicar deporte, el fútbol incipiente en primaria, fue el Prof. “Chevito” que me inculcó en el deporte y el futbol, gracias maestro, por usted llegué a jugar en Primera División y ser campeón de liga en tres oportunidades y participar en la Copa Perú 1974-1976.
Recuerdo también al Prof. Zavala, que al compás de su violín nos hacía amena y divertida la clase de música y los lunes en la formación, el Himno Nacional a solo de violín, pero qué dominio, qué sonido, qué arte ¡la misma filarmónica! quizás sean estas motivaciones y estímulos que recibí en mis tiempos de escolar hayan alimentado en mi ese deseo de no ser uno más, sino una persona profesional como ahora soy, gracias a mis maestros de ayer, de hoy y de siempre, y sigo aprendiendo por que los niños me han enseñado muchas cosas que no aprendí y me siguen enseñando aún.
Quizás me haya olvidado de alguien, me disculpan no soy perfecto, lo que hago es leer el contenido de mi antiguo casete, pasarlo a mi moderno CPU y luego leerlo nuevamente, en el proceso quizás algunos recuerdos se hayan borrado con el pasar el tiempo y la antigüedad.
Continúa 26 octubre 2016, hora 10:50 am
Orgullosos de mi promoción porque todos están trabajando al 100%, ningún delincuente o gente de mal vivir, el que nos sentimos orgullosos y satisfechos de nuestra responsabilidad en la sociedad, gracias a todos nuestros buenos maestros que hicieron de nosotros hombres de bien, tenemos otros tres que nos han dejado, Onique Borjas, Pilar Ayllón y un tercero que no recuerdo su nombre, QEPD todos.
A todas los ex alumnos de las promociones desde 1963 hasta la fecha en especial a los del presente siglo, decirles que, cada paso que demos en el transitar diario de la vida no sea el paso perdido de un errabundo que no sabe de dónde viene y donde va, nuestros pasos deben ser alentadores, seguros, decididos, comprometidos, hacia una meta fija, pensando en la construcción de un mundo sano sin violencia, ni delincuencia, con hombres probos y honestos que formen una buena familia con responsabilidad, compromisos y desafíos para seguir progresando y avanzando en los avatares del día a día en la dinámica generacional de nuestra sociedad. A todos los jóvenes ex alumnos del CNI decirles que siempre traten de ir hacia arriba, avanzar alto tan alto hasta las estrellas, pero a veces debemos reflexionar y detenernos un instante, para darnos cuenta que también todo a mi alrededor se detiene, entonces con más fuerza seguir avanzando aunque los obstáculos sean cada vez más difícil de sortear, hasta alcanzar y llegar a la meta, y sentir la satisfacción del reto cumplido.
Estimados estudiantes del CNI, en sus mano está el reto, el desafío de mejorar el resultado de nuestra historia, recuerda que cuando alguien evoluciona también evoluciona todo a su alrededor, que cuando alguien delinque o se embrutece, todo a su alrededor se contamina, se asfixia. Se fuerte y decidido, congratúlate de tus logros, el mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y de correr el riesgo de vivir sus sueños, el desafío es tuyo, sé un alumno que lleve alegría, entusiasmo y buenos resultados a tu casa, que tus padres se sientan contentos y alegres a verte triunfar en la vida y tu colegio CNI contento y orgulloso de ti; de ser lo contrario nos daría mucha pena, tus padres y maestros sufriremos mucho de nuestro fracaso como maestros, porque al parecer no te importó nada nuestra dedicación contigo y sobre todo hacer quedar mal a tu CNI que tanto queremos tú y yo.
A los maestros que actualmente laboran en el CNI decirles que ustedes realizan una labor significativa e importante en la mejora de los servicios y la calidad educativa del CNI, la vida del maestro es como un viaje en tren, en cada vagón están nuestros colegas que eligieron este mismo tren que compartieron importantes momentos con nosotros, suben a nuestro vagón ese alumno rebelde, el estudioso, el cariñoso, el creativo, … todos ellos, iniciamos un viaje juntos; saben cuál es la interrogante… si nuestros alumnos van a valorar lo que elegimos hacer, si logramos dejar huellas en ellos o no; algunos terminan su viaje con nosotros y nunca lo volvemos a ver pero otros volverán para decirnos lo que han logrado en la vida, y esto es lo más gratificante de nuestra profesión; y como todo viaje tiene su final también tendrá una estación final para nosotros y en ella nos tocará esperar a Dios y estoy seguro que nos preguntara qué huella hemos dejado en nuestros estudiantes, si los hemos ayudado a construir sus vidas, pero sobre todo si fuimos felices por habernos dado el mejor trabajo del mundo, el de formar el ser que él creo, el de ayudar a los padres a modelar hombres de bien, y saben qué, que cuando me toque a mí responder, no me animo a decirle que desaproveché esta hermosa oportunidad.
Estimados colegas maestros nuestra labor es sembrar el deseo de aprender y aguardar esperanzados los frutos de los que pocas veces seremos testigos presenciales. Que las huellas que podemos dejar en el corazón de nuestros estudiantes son para toda la vida, porque aquellos valores en los que creemos, y que defendemos e inculcamos son para siempre. Aún después de muchos años solo tenemos que cerrar los ojos para recordar el rostro de ese maestro extraordinario que afectó nuestra vida de una manera profunda.
Finalmente, decirles que cada uno de nosotros maestros, ex alumnos, padres de familia, alumnos, tenemos el desafío de ser grande cada vez y esa grandeza debe traducirse en buenos resultados en el balance al final del año. Recuerda, si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo, tampoco vayas al congelador y saques conocimientos guardados y desfasados, no seas un consumidor, sino sé un productor de conocimientos, un generador de experiencias.
Un agradecimiento especial al Ing. Ángel Manero por promover hombres y mujeres que produzcan, que escriban sus experiencias, que documenten sus trabajos que día a día realizan en las aulas, el reto de todo maestro debe ser que al finalizar el año concluya con la construcción de un libro, fruto de su experiencia, de sus resultados con sus estudiantes.
Gracias por la lectura y desearle como ex alumno, un feliz aniversario a la IEP “Imperial” por su aniversario; la vida me ha enseñado que mi trayectoria es de constantes batallas antes de llegar a la meta, he ganado muchas, y tú cuantas batallas has ganado? Imperial 28 Oct 2016. 12:12PM
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Felipe G. Huaman Gutiérrez
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